miércoles, 10 de junio de 2015

IRIDOLOGIA: LEYENDO EL IRIS

IRIDOLOGIA:
LEYENDO EL IRIS

  • En qué consiste la técnica
  • Frente al ojo
  • Qué puede hacer y qué no
  • Algo de historia         
Dicen que los ojos son el espejo del alma, pero según la iridología ellos también pueden reflejar la salud física de una persona. 

Al igual que en los pies, manos, orejas, en el iris se proyecta cada órgano y zona del cuerpo. 

Con una lupa y una pequeña linterna en mano, el iriólogo observa exhaustivamente la parte coloreada del ojo, llegando a determinar datos relevantes del organismo de un paciente.

La doctora Oresta Estévez, conoce la iridología hace 17 años, pero sólo hace diez terminó de convencerse acerca de la utilidad de esta técnica. 


En ese tiempo participó, en Estados Unidos, en un seminario dictado por Bernard Jensen, el padre moderno de la iridología y solo entonces comprendió sus alcances y limitaciones.

Prácticamente todo el material que lo traje de allá. 


En ese tiempo la bibliografía que había en Chile no era adecuada y no sabía si continuar o no utilizando esta técnica a pesar que sentía que había algo detrás, ya que ningún iris es igual a otro. 

En ese momento me di cuenta de su gran utilidad y seguí aplicándola en mi quehacer con mayor fundamento, sostiene.

Cuando volvió de Estados Unidos, la iridología se transformó en una excelente técnica anexa al examen físico del paciente para complementar su diagnostico final. 


“La primera premisa de Jensen es no diagnosticar enfermedades a través del ojo.

Por ejemplo, si tienes una artritis, que es una enfermedad autoinmune, yo te diría que veo en el iris un sistema inmunológico deficiente y, a lo mejor, muchos depósitos de ácido en el organismo que se ven como manchas café. 

Ese análisis, sumado a los exámenes, arrojan el diagnostico de la artritis. Antes de eso no puedo decir nada”, cuenta la doctora.
  • ¿EN QUE CONSISTE LA TÉCNICA?
Es una disciplina que estudia la parte pigmentada del ojo –el iris- y analiza su estructura y cambios de pigmentación (manchas) para establecer un balance de la salud del individuo a través de una serie de zonas reflejas que se han identificado en la membrana.

Viene a ser como la acupuntura en la medicina Tradicional China: un sistema de diagnóstico y una orientación preventiva para el paciente. 


El profesional experimentado deberá encontrar, en el iris, signos más característicos de la evolución del proceso, siendo indispensable realizar un reconocimiento clínico general y un estudio detallado de los antecedentes.    

El diagnóstico a través del iris puede compararse a radiografías o resultados de laboratorio, donde sus utilidades por separado no dicen mucho, pero en conjunto conforman un buen reflejo de la salud.


Por ello, el diagnóstico a través del iris sin otros exámenes de control no tendría ningún sentido. 

Al igual que nadie le pediría a un radiólogo que formulara un diagnóstico limitándose sólo a una radiografía. 

Los datos arrojados siempre son importantes pero deben ser complementados.

En ese sentido, la doctora Estévez pretende darle la importancia que se merece como técnica de diagnóstico complementaria en la cual todavía hay mucho que investigar. 


Comenta que la idea es ayudar a la gente, pero insistiendo en que no es una verdad absoluta, tratar de desenmascarar a charlatanes y no asustar a los pacientes.

Al ver el iris descubres muchas cosas pero la interpretación de ellos es lo que cuenta y siempre dentro de un contexto de examen. 


A todos mis pacientes les miro el iris, pero no siempre digo lo que veo porque va a depender de cada situación.

Además, en el iris puede aparecer la tendencia a alguna enfermedad, pero no es recomendable matricularse con un diagnóstico de inmediato. 


Esa es la razón por la cual Bernard Jensen decía que no había que diagnosticar enfermedades, sino hablar de estructura. 

El especialista puede aconsejarle a la persona que se cuide los riñones, la columna o que no fume porque su pulmón tiene una sobrecarga. 

Por eso, aparte de ser considerada como una herramienta alternativa para la ciencia médica, también debe ser un elemento importante de la medicina preventiva.

De hecho, la especialista quisiera darle un sello más científico y rescatar esta técnica como lo que realmente es, con sus alcances y limitaciones. 


La explicación tentativa del por qué los órganos se reflejan en el iris, la esbozó Bernard Jensen en su momento, considerando que el iris es una prolongación del cerebro a través del nervio óptico que, a su vez, se conecta con el Sistema Nervioso Central. 

Gracias a esta estructura formada por millones de fibras nerviosas se registrarían los cambios del organismo en el iris.
  • FRENTE AL OJO
En primer lugar, el iriólogo debe observar la densidad y la estructura general del iris para determinar la fortaleza del cuerpo. 

Si el iris es más bien denso o tupido, ello denota una salud resistente; por el contrario, si dichas fibras presentan espacios huecos entre sí, mostrando agujeros negros, implica un cuerpo más propenso a enfermedades.

"Lo primero que uno ve es la contextura del individuo, qué tan fuerte es su organismo, qué estructura muestra. Ello se ve en orden de la fibras”, cuenta Oresta Estévez.


La densidad del iris es como un barómetro indicador de la vitalidad. Arroja información sobre la tonicidad muscular, la resistencia, la facultad de recuperación y regeneración de sus estructuras, así como la de sus tejidos, revela la elasticidad, la reacción y la rapidez de respuesta de las diversas partes del cuerpo.

Pero, el iriólogo no se fija solamente en la constitución. A partir de ese primer vistazo empieza a “leer” literalmente el iris, ya que existen diversas topografías o mapas geográficos que lo organizan en una serie de círculos y localizaciones orgánicas detalladamente.

En este momento existen unos siete mapas iriológicos que usan los especialistas para analizar el contenido del iris. 


Estos, se empezaron a determinar con los primeros trabajos de Von Peczley, los cuales se siguen enriqueciendo hasta hoy en los aportes de los expertos.

Cada ojo representa la mitad del cuerpo, por ejemplo en el iris izquierdo se encuentran el corazón, el brazo, el brazo izquierdo, etc., mientras que el hígado habrá que buscarlo en el lado derecho.

En general, el iris se subdivide en circunferencias a partir de la pupila. 


El círculo que se encuentra alrededor de ésta, es el reflejo del estado metabólico de la persona y los iriólogos lo relacionan con enfermedades en esa esfera, como la diabetes por ejemplo.

La circunferencia que sigue correspondería a las representaciones de los órganos abdominales. 


En el siguiente anillo se localizan los problemas neuroglandulares, endocrinológicos, de circulación general, de los sistemas defensivos y linfáticos del organismo. 

Luego, se ubican los grandes órganos, desde el cerebro al esqueleto pasando por el hígado, los pulmones y el corazón, así como los órganos de los sentidos.

Cerrando todo el conjunto con una fina línea, habitualmente más coloreada, se encuentra la última circunferencia que representa el contorno del cuerpo, la piel, la circulación superficial y la de retorno.

“Como uno conoce esta disposición del organismo en el iris, vas corroborando los signos que ves con lo que te dice el paciente. 


Por ejemplo, hay una mancha que se llama anillo vascular y que en oftalmología lo denominan como arco senil. 

Como en iridología al borde del iris está la piel y luego viene el sistema circulatorio, este anillo implicaría predisposición a accidentes cardiovasculares. 

En los exámenes encuentras colesterol alto, glicemias altas o alteraciones en la presión arterial. 

Esta imagen varía en el tiempo. 

Tengo muchos pacientes a los cuales les he detectado este anillo y después de un tratamiento adecuado, en un lapso de diez años, ya no lo tienen”, comenta la especialista. 

Lo que busca el iriólogo es todo signo o marca en el iris, lo que se entiende por cualquier alteración del color, deformaciones de las fibras o dibujos ajenos a él, ya sean hereditarios o adquiridos. 

Algunas señales que manifiestan un estado irregular del organismo en lenguaje iridológico son manchas, lesiones, lagunas, criptas, anillo escamoso, el rosario linfático, anillos nerviosos, manchas por depósitos de químicos, entre otros.

Otra situación que hay que considerar al momento de la consulta es si el paciente ha sido sometido a alguna operación quirúrgica. 


Por ejemplo, si le han extraído el apéndice, la vesícula o la amígdala, la información se corta por la ausencia de nervios y ello también se manifiesta en el iris.

En definitiva, la iridología es una técnica compleja de aprender y, como en el caso de una radiografía o de los análisis clínicos, sirve más bien para proporcionar datos al profesional que luego deberá cotejar atendiendo al historial clínico y practicando una minuciosa exploración general.

Tiene la ventaja sobre otros sistemas alternativos y/o convencionales de proporcionar un diagnóstico preciso, rápido, fiable y sin agresiones, pero debe ser manejado por personas bien formadas y con amplia experiencia.

  • QUE PUEDE HACER Y QUE NO
NO

• No diagnostica enfermedades.
• No enseña evidencia de operaciones bajo anestesia.
• No revela embarazo.
• No determina si hay piedras en los riñones o en la vesícula.
• No se usa para análisis psíquicos.
• No identifica ninguna patología específica en el cuerpo.
• No confirma la presencia de virus, parásitos, gérmenes o invasión bacteriológica    en el cuerpo.
• No predice el tiempo de vida de las personas o la proximidad de la muerte.
• No señala la cantidad de drogas o contaminantes ingeridos por la persona.
• No identifica el sexo.

SI

• Si revela la presencia de inflamación, localización y el estado en que se encuentra.
• Si enseña fortalezas y debilidades congénitas.
• Si enseña líneas curativas.
• Si enseña cuándo empezará una crisis curativa.
• Si revela acumulación de drogas o de químicos en ciertas áreas del cuerpo.
• Si enseña un nivel exacto de salud en la persona.
• Si revela la constitución física de la persona.
• Si ayuda a identificar el origen de pequeñas y grandes infecciones en el cuerpo.

  •  ALGO DE HISTORIA          
La iridología fue descubierta, en Hungría en 1836, por un joven de 11 años llamado Ignatz Von Peczley. Mientras paseaba por los bosques alrededor de su Budapest natal, encontró una lechuza con la pata rota. 

La llevó a su casa, la curó y acabó adoptándola como mascota. 

Un día comprobó que en uno de los inmensos ojos de la rapaz nocturna había una mancha que no existía en el otro y se planteó si eso pudiera tener relación con la fractura.

A partir de ahí se dedicó a investigar el tema y publicó en su madurez el primer libro de iridología científica llamado “Descubrimiento en el campo de la terapéutica y el naturismo: introducción al estudio del diagnóstico por los ojos”, lo que le significó un gran número de enemigos en el campo de la medicina tradicional, pero también una enorme popularidad que llega hasta hoy.
    
OJO DERECHO

1. Cerebro
2. Ojo
3. Maxilar superior
4. Nariz
5. Amígdalas
6. Cuerdas vocales
7. Tráquea
8. Esófago
9. Glándula tiroides
10. Diafragma
11. Músculos
12. Omóplato
13. Spine
14. Vejiga
15. Recto
16. Próstata
17. Útero
18. Riñón
19. Pierna
20. Abdomen bajo
21. Ingle
22. Testículos
23. Ovarios
24. Páncreas
25. Tuétano
26. Glándula mamaria
27. Hígado
28. Vesícula
29. Brazo
30. Diafragma
31. Cavidad Pectoral
32. Costillas
33. Lado derecho del corazón
34. Pulmón derecho y bronquios
35. Muelas
36. Oreja
37. Cerebelo
38. Intestino grueso
39. Intestino delgado
40. Nervios
41. Estómago   

OJO IZQUIERDO


1. Cerebro
2. Cerebelo
3. Oreja
4. Muelas
5. Pulmón Izquierdo y bronquios
6. Lado izquierdo del corazón
7. Cavidad pectoral
8. Costillas
9. Diafragma
10. Brazo
11. Glándula mamaria
12. Omóplato
13. Tuétano
14. Páncreas
15. Ovarios
16. Testículos
17. Ingle
18. Abdomen bajo
19. Pierna
20. Riñón
21. Útero
22. Próstata
23. Intestino grueso, colon
24. Vejiga
25. Columna vertebral
26. Omóplato
27. Músculos
28. Diafragma
29. Glándula tiroides
30. Esófago
31. Tráquea
32. Cuerdas vocales
33. Amígdalas
34. Nariz
35. Maxilar superior
36. Ojo
37. Intestino grueso
38. Intestino delgado
39. Nervios
40. EstómagoJLD



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