Esta práctica se clasifica como una disciplina importante
dentro de la medicina china; su técnica comprende la mente, la respiración y el
ejercicio.
También clasificada como un arte marcial.
El Qi Gong (se pronuncia Chi Kun) es un ejercicio que se
basa en técnicas de la medicina tradicional china en la que se combina
respiración, posturas corporales y el poder mental.
Mejora la salud,
alivia el dolor, elimina el estrés, la ansiedad y la depresión, y ayuda a tener
más energía y vitalidad.
Existen diferentes técnicas de Qi Gong, algunas con
movimiento y otras estáticas.
Está relacionado con técnicas de artes marciales,
budismo, taoísmo o confusionismo de la antigua China.
Qi o chi significa "energía" y gong “trabajo” o
“técnica”.
El chi es la energía vital que fluye por el cuerpo a través de los
meridianos conocidos en la acupuntura.
Según la medicina tradicional china, la enfermedad surge
cuando el chi se estanca o se acelera.
El Qi Gong es el arte de circular esa energía de la manera
más adecuada para lograr una finalidad específica.
Conozca los tres elementos principales sobre el Qi Gong.
La respiración: pausada y profunda es vital, ya que
proporciona un estado de tranquilidad.
Cuando usted inhala,
la energía se va al sistema nervioso simpático, y cuando exhala, la energía
llega al sistema nervioso parasimpático.
Si hace inhalaciones profundas y más prolongadas, obtiene
más energía en ambos.
Esto hace que pueda gozar una vida prolongada, y si
padece alguna enfermedad crónica, encontrará alivio al realizar respiraciones
lentas.
Los movimientos suaves y lentos: ayudan a abrir la energía de
los canales de su cuerpo.
Algunas posturas pueden darle beneficios inmediatos para
aliviar dolores de cabeza y otras dolencias.
Por ejemplo, al colocar las manos arriba de su cabeza por 5
minutos, puede abrir los canales de pulmón, corazón y estómago.
¿Desea
comprobarlo?.
Junte sus manos:
haga coincidir las líneas de sus muñecas; observe la mano que tiene dedos más
largos; ponga esa mano abajo y la otra arriba de su cabeza.
Cierre sus ojos,
abra la mano y repita por dos minutos: “mis dedos son más largos”.
Compare sus manos, y verá cómo sus dedos “crecieron”.
Hágalo a la inversa para regresar sus dedos a la normalidad.
La simple energía de sus dedos causa que las articulaciones
se abran y que sus dedos se hagan más largos.
Cuando usted se enferma, los canales no están abiertos y la
energía no puede fluir para alcanzar a los órganos que la necesitan, y algunas
de sus funciones quedan interrumpidas.
Es por eso que se
requiere que tenga atención plena en la zona que está trabajando para lograr el
objetivo de combinar la respiración y movimientos determinados.
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